20 mayo 2006

LOS ORÍGENES INTELECTUALES DE LA "ALIANZA DE CIVILIZACIONES".


CONTRADICCIONES DE LA PROPUESTA DEL GOBIERNO ESPAÑOL.-
En definitiva: Occidente es el compendio de todos los males, las otras civilizaciones han estado bajo su yugo y la solución es que se establezca un diálogo donde aceptemos nuestra nula aportación a la humanidad y nos adhiramos a valores muy diferentes, incluso contrarios a los nuestros. El problema es la falta de identidad europea que alienta y facilita este discurso y este enfoque postmoderno del diálogo entre civilizaciones, de la cual es hija la "Alianza de civilizaciones".
El concepto de "Diálogo de civilizaciones" lo acuñó R. Garaudy con su proyecto intelectual expuesto en varios libros. En "Del anatema al diálogo" (Libros del Nopal/Ariel, 1968) afirma, refiriéndose al diálogo entre cristianos y comunistas (lo era por entonces): "el diálogo es, en nuestra época, una necesidad objetiva"(p.33) Y de manera inteligente advierte en qué ha de consistir el diálogo: "este es el fundamento más seguro del diálogo, la mayor garantía de su lealtad: la profunda certeza de que cada cual tiene plena conciencia de lo que hay de fundamental en sus creencias (…) será entonces consciente del enriquecimiento que a unos y a otros les reportará el diálogo"(p.118) Y, en la misma página, advierte: "el peor peligro será idealizarlo, es decir, creer que todos los demás problemas ya están resueltos y que el diálogo de algunas bellas almas desencarnadas podrá traer al mundo la salvación, es decir, la unidad" Certero diagnóstico respecto a las buenas intenciones de la UNESCO y la Alianza de Civilizaciones.
Estas certeras observaciones, en la evolución del autor, pasan a caer -despeñándose- en la trampa: "un conocimiento vivo de las culturas no occidentales, es decir, un verdadero diálogo entre civilizaciones." (Una nueva civilización. El proyecto esperanza. Edicusa, 1977, p.119) El diálogo parece que debe ser unidireccional, causado por un desmedido complejo de culpa, expresado en el título de un libro del escritor del mismo año: Pour un dialogue des civilisations: l´Occident est un accident (en español, Edicusa 1977) La premisa de la que se parte es que Occidente es un accidente de la historia de la humanidad (p.7), que Occidente es una terrible palabra (p.15) y que "nuestra civilización está caracterizada por una voluntad de poder y dominación" (p. 16) y "esclaviza y domina el mundo ahogando todas las demás culturas"(p.21). Por ende, "los países occidentales han conducido directamente a lo que (…) sería más sincero llamar "el pillaje de los países pobres" (p. 72)
Es importante leer estas palabras porque son sintomáticas de un cierto enfoque del Diálogo de civilizaciones. En realidad la culpa de todo es de nuestra civilización, que no ha aportado nada valioso a las demás culturas sino el atropello y que la maldad universal se sitúa de nuestro lado, considerando de una manera idílica y acrítica los aspectos negativos de las otras culturas. Todo ello en la más pura lógica dialéctica hegeliano-marxista entre el amo-esclavo y el proletariado-burguesía que dirigiría la historia. Occidente ha de ser consciente de sus comportamientos históricos erróneos, pero no se le puede negar haber aportado grandes contribuciones a la humanidad; aunque no sean así consideradas como, por ejemplo, la "sedicente democracia liberal" (p.191).Al final el Diálogo de civilizaciones y su epígono, la Alianza de Civilizaciones, consiste en que Occidente reconozca y pene sus culpas, como si la historia hubiera sido tan maniquea y tan simple.
Véase un ejemplo: hablando de la batalla de Poitiers, Garaudy se pregunta si "¿de verdad era un enfrentamiento entre la civilización occidental y los bárbaros? (…) Anatole France tiene una cosa cierta: que en el momento de Potiers, Francia perdió su oportunidad histórica de participar en la futura civilización árabe (…) no pudo beneficiarse de todo lo que disfrutó España" (p.88) No cabe duda de que el arrepentimiento lleva a exagerar las cosas y que un cierto síndrome de Estocolmo se apodera de algunas mentes. Si el diálogo "supone que cada cual esté convencido tiene que aprender del otro" no se puede afirmar rotundamente a renglón seguido que "el monólogo de Occidente ha durado ya bastante" (p. 101) porque parece quererse decir: ¡que se calle de una vez! En definitiva: Occidente es el compendio de todos los males, las otras civilizaciones han estado bajo su yugo y la solución es que se establezca un diálogo donde aceptemos nuestra nula aportación a la humanidad y nos adhiramos a valores muy diferentes, incluso contrarios a los nuestros. El problema es que el relativismo y la falta de identidad europeas (no tanto norteamericanas) alientan y facilitan este discurso y este enfoque postmoderno del diálogo entre civilizaciones, de la cual es hija la "Alianza de civilizaciones". Es el triunfo del "pensamiento débil"(G. Vattimo) Es notable que el último capítulo del libro titulado "Diálogo de civilizaciones" termine titulándose "La Tercera Alianza".
Es fácil colegir el origen de la idea actual propuesta por el presidente español Zapatero. Lo más arriesgado es su contenido en el libro (sintomático): la primera Alianza es la de Israel con Yavhé (Antiguo Testamento), la segunda la de Jesús con la humanidad, más allá del Pueblo Elegido y, la tercera, sería el Diálogo de civilizaciones que consiste en la "conversión en la propia militancia y la recíproca puesta en tela de juicio de lo propio" (p. 238) Con la actual crisis postmoderna de Europa en concreto, sin una conciencia clara de lo que somos y una mentalidad acrítica y anestesiada frente a dogmatismos ajenos somos carne de cañón para los que no ejercen esa reciprocidad en el cuestionamiento de lo propio y sólo aspiran a imponerlo.De ahí las múltiples contradicciones de la actual propuestas de "Alianza de Civilizaciones". Es decir, lo sorprendente es que para hablar de Alianza, en términos cuasi militares para pseudo pacifistas como son lo promotores, se parte ya de la aceptación de un choque real que hay que contrarrestar (negándose a la evidencia retóricamente) y, además, dicha Alianza ¿con quién se va a producir? ¿Con Al-Quaeda como interlocutor? No creo. ¿O es que se considera a esta organización terrorista como el brazo armado de una civilización y una patología islámica? Si es así, no se entiende el porqué de la "Alianza de Civilizaciones", si sólo es un fenómeno de terrorismo internacional sin raíces y apoyo cultural. El hecho es que absurdamente en esta propuesta se da por hecho, de partida, la realidad de un choque -aunque se quiera esconder y maquillar-.
Por otro lado, un hecho notable es que la "Alianza de Civilizaciones" es una iniciativa de arriba abajo, llevada a cabo por un comité de sabios y de "gurús", por lo tanto notablemente elitista y alejada de la ciudadanía y donde el principio de subsidiariedad respecto de la sociedad civil brilla por su ausencia. Si fuera realmente creíble y pretendiera realmente eficaz, daría el protagonismo a la ciudadanía y a la sociedad civil porque es una cuestión de concienciación de los individuos no un asunto cerrado teledirigido por unos expertos. Otro hecho notable es que dicha "Alianza de Civilizaciones" no define con qué fin se persigue; no se habla ni de democracia ni de solidaridad, ni se sabe a dónde se dirige dicha Alianza ni para qué se constituye: está vacía de contenido.
Teniendo en cuenta que donde más ha crecido la pobreza es precisamente en los países musulmanes sorprende esta carencia.
Cabría preguntarse, además, por qué no se ha planteado en su lugar natural, esto es, el entorno político español, es decir, Europa. Una propuesta realista, a mi juicio, hubiera apoyado el camino lógico, nuestro continente, para reforzar el papel político de la UE. Como recientemente ha propuesto C. Karamanlis, primer ministro griego: "Damos una especial importancia al diálogo intercultural a través de la Cooperación Euromediterránea y creemos que hay que apoyar la Fundación para el Diálogo Intercultural" ((ABC, 27/11/2005). Pensemos que si Turquía se incorpora a la UE, Irak será un país fronterizo con Europa y la problemática es de primera importancia para los veinticinco. Entonces: ¿por qué evitar proponer la iniciativa en lo que se decía era el espacio natural de España, esto es, Europa?
Por fin, nuestro continente tiene una experiencia previa muy interesante aunque circunscrita al espacio euro-mediterráneo: el Proceso de Barcelona que ha cumplido ya diez años. Es una iniciativa embrional de lo que se pretende a priori con la "Alianza de Civilizaciones". ¿Por qué no proponer ésta, ampliándola al resto del mundo, como referente y camino ya recorrido en Europa, donde ha dado un resultado óptimo? Se debería aprovechar, potenciándolo, el camino recorrido que, además, fue una propuesta óptima del anterior presidente socialista F. González.
La actual Alianza de civilizaciones se refiere sobre todo a Occidente y el Islam. España tiene una rica experiencia en la materia. Por eso no podemos aceptar las afirmaciones de ideólogos como Garaudy que aseveran que hemos "desarrollado unilateralmente nuestra voluntad de poder sobre la naturaleza y sobre los hombres" (Promesses de L´Islam, Seuil, 1981, p.19), que "en la perspectiva milenaria, Occidente es la más grande criminal de la historia (p.20) y que Poitiers fue nefasto porque más que un símbolo del enfrentamiento fue nefasto "porque la ciencia, el arte y la civilización árabes se retiraron ante la barbarie franca" (p. 43)
Tampoco Europa puede aceptar que se afirme que "un ejemplo típico de este ´fanatismo´ occidental es el de las polémicas sobre la condición de la mujer en el Islam" (p. 67), que "a partir de una verdadera mutación cultural, hecho posible por el diálogo de civilizaciones, aprenderemos a relativizar nuestra cultura occidental" (p. 178) -lo que sugiere que el diálogo significa claudicación- y que se nos presente de una manera acrítica la cultura islámica y se demonice la nuestra como el paradigma, únicamente, del imperialismo y el colonialismo. Ni es justo, ni se puede llegar aun diálogo verdadero con estas premisas implícitas en cierto Diálogo de civilizaciones y, por ende, en la Alianza de civilizaciones.
La unitas in pluribus europea es un buen ejemplo exportable al mundo de multiculturalidad y de respeto a la diversidad. Y un buen servicio pues la diversidad, la cooperación y el diálogo cultural están entre los mejores garantes de la paz y la seguridad internacionales. En este sentido, por sus vínculos históricos España debería participar en todas las iniciativas europeas en el mundo árabe (especialmente Mediterráneo y Magreb). Reforzando, por ejemplo, el Instituto Europeo del Mediterráneo, el Proceso de Barcelona, la cooperación económica, social y cultural, la posibilidad de una televisión mediterránea (hoy por hoy fracasada), la difusión de la Agencia EFE de noticias en árabe para las zonas de radioyentes magrebíes, la colaboración docente e investigadora entre universidades próximas a ambos lados del Mediterráneo, la potenciación de los Institutos Cervantes en el Magreb y países ribereños islámicos, situando a Marruecos como la referencia y modelo de acción cultural en el mundo árabe, etcétera. En definitiva, hay que proponer urgentemente una alternativa sería y realista que ponga de relieve dos aspectos fundamentales que den contenido al acercamiento entre culturas: la democracia y la solidaridad (tanto material, como la empatía, que permite ver el modo de ser del otro).

Diego Saavedra Fajardo ElDiarioexterior.com

LA MAFIA TANGERINA SE LUCE.-

En una blog de fácil acceso y totalmente pública, la mafia de Tánger, presume de sus actividades – en la fotografía un secadero de hachis, sobre un precioso valle, presumiblemente rifeño - y hasta de sus fracasos – detenciones policiales y alijos – y se muestra tal cual es: algo parecido al que dice llamarse Montilla, en España. Y es que en todas partes cuecen habas. Esta es la dirección electrónica:
http://mafiatanger02.skyblog.com/index.html

MEMORIA HISTORICA.-

Hagamos un poco de memoria histórica. Recién instaurada la democracia en España se produjo un hecho que puso en pie de guerra, y no sin razón, al Partido Socialista. El 27 de agosto de 1977 se produjo un grave incidente en Santander. Jaime Blanco, uno muy alto, diputado socialista, fue detenido en el curso de una algarada por defender a un ciudadano que estaba siendo reducido por un agente de la Policía Armada como autor de los disturbios producidos al término de una manifestación convocada por la izquierda en pro de la autonomía de Cantabria. El alborotador, a causa de la intervención del diputado, pudo darse a la fuga. Hubo dos versiones contrapuestas. El diputado afirmó que se había identificado como tal y a pesar de ello había sido detenido y conducido a dependencias policiales. En el camino al cuartel de la Policía Armada fue agredido por un agente de paisano fuera de servicio. Los policías que practicaron la detención mantuvieron que no conocieron la condición de diputado de Blanco hasta que estuvieron en el cuartel policial. Tan pronto como el jefe de la Policía Armada fue informado de su detención ordenó su puesta en libertad. Se abrió expediente disciplinario al agente agresor del diputado.
El portavoz socialista, Gregorio Peces Barba, denunció lo ocurrido de inmediato a la Mesa del Congreso que designó una comisión de investigación integrada por el centrista José Luís Navarro y el entonces comunista Pablo Castellano. El informe se debatió en la sesión del día 13 de septiembre de 1977 y al día siguiente se presentaron diversas mociones. El PSOE no pidió la dimisión del ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, pero sí lo hicieron los socialistas catalanes. Las mociones de reprobación del ministro no prosperaron. Fue el primer pleno de la democracia y la detención ilegal constituyó el único punto del orden del día.
En aquella histórica sesión, los socialistas abogaron por la urgente necesidad de reconvertir a los cuerpos policiales procedentes del régimen franquista para transformarlos en una verdadera policía democrática no represiva sino garante las libertades recién estrenadas. Merece la pena recordar la postura de Felipe González: Nosotros concebimos y defendemos la existencia de las Fuerzas de Orden Público. No pretendemos, como se hizo en los comienzos del régimen franquista, ni supresiones ni creación de Cuerpos generales distintos. Simplemente queremos que las Fuerzas de Orden Público se sitúen en el papel que les corresponde. Es decir, en el papel de defensores de la legalidad democrática que, en definitiva, es la voluntad emanada de la mayoría del pueblo... Queremos que las Fuerzas de Orden Público actúen con reglamentos claros, que en su propio seno se elimine cualquier comportamiento arbitrario; que conozcan sus derechos y facultades, que actúen, en definitiva, al servicio del pueblo y para el pueblo.
Más contundente se mostró Alfonso Guerra:
Hay, sin duda, una responsabilidad directa de los números de las Fuerzas de Orden Público que puedan cometer una falta, pero ésa es una responsabilidad menor; la mayor es la delegada, la que pertenece a las autoridades gubernativas, en este caso al Gobernador Civil y al Ministro del Interior... Para nosotros se trata de mucho más que del hecho del incidente con un Diputado. Se trata del respeto de los derechos humanos, porque sino hubiese sido un Diputado, tal vez los jóvenes golpeados el 27 de agosto en Santander no hubieran podido hacer llegar a la opinión pública la existencia de este incidente. Se trata, por tanto, del respeto de los derechos humanos que todos debemos defender, entre ellos las Fuerzas que, justamente por ser de Orden Público, están comprometidas en su respeto. Y sentenció:
Pero en verdad, ante estos sucesos, ¿quién tiene que responder ante las Cortes? Desde luego, no los autores materiales, que están cumpliendo órdenes, instrucciones. Tiene que responder el Gobierno, y concretamente el Ministro del Interior... Y de todo esto, ¿quién es el responsable? El responsable es usted, señor Martín Villa, usted, señor ministro del Interior; usted, que es el símbolo del franquismo en este Gobierno.
Los hechos posteriores demuestran que Rodolfo Martín Villa, procedente de los sectores reformistas del franquismo, tuvo éxito en la difícil y delicada tarea de transformar a la temida Policía Armada en una policía al servicio del binomio libertad -seguridad. A él se debe el cambio de denominación – Policía Nacional – que llevaba implícito el abandono de comportamientos represivos para convertirse en un cuerpo de defensa de las libertades y de la seguridad de los ciudadanos. Por eso resulta inconcebible que un partido, cuyos máximos dirigentes defendían con tanta contundencia la necesidad de esa policía democrática, olvide cuando está en el poder que el respeto a la ley y a los derechos humanos figura en el frontispicio de nuestro Estado social y democrático de Derecho. Con el agravante de que el ministro del Interior, encubridor de una actuación tan manifiestamente ilegal, pertenece a la carrera judicial. La Justicia ha hablado y ha desautorizado, a pesar del bochornoso amparo de la Fiscalía General del Estado, no sólo a los policías que tan abusivamente actuaron sino al ministro del Interior y al Gobierno por mandar al ostracismo a un policía ejemplar que cumplió con su deber al negarse a ejecutar una orden ilegal, injusta y arbitraria. Al ponerse, por puro sectarismo político, del lado de los que delinquieron para beneficiar al partido en el poder, el ministro Alonso ha menguado casi hasta el extremo la legitimidad moral para sentarse en el Consejo de Ministros. También el ministro Bono mintió, según la sentencia, cuando afirmó haber sido agredido. Pero Alonso resistirá. Su estrategia pasa por parapetarse en primer lugar detrás del presidente del Gobierno y después en los recursos interpuestos contra la sentencia de la Audiencia Provincial demorando ad calendas grecas cualquier asunción de responsabilidad. Pero los hechos probados son irrefutables y las responsabilidades políticas, ineludibles.
El mismo día en que en el Congreso el Grupo Popular iba a exigir la dimisión del ministro Alonso, la cadena SER revela que una ciudadana navarra, que quiere mantener su identidad en el anonimato, había presentado en el Juzgado número 4 de Pamplona una denuncia acusando a los dos militantes del PP de intento de agresión al ministro Bono. Según su versión, no sólo vio el intento sino que consiguió evitar que los denunciados lograran su propósito. Pronto supimos que se trataba de una militante socialista y otros testigos presenciales han declarado que se trata de una incalificable fabulación. Por otra parte, se olvida que la sentencia de la Audiencia Provincial ha establecido de manera indubitada que el ministro no fue objeto de agresión alguna. Ampararse en el falso testimonio de una de sus militantes o el de su marido demuestra que el PSOE no tiene ninguna intención de regresar al idealismo democrático de la transición. Pobre España.
Jaime Ignacio del Burgo.

19 mayo 2006

LOS ENEMIGOS DE ESPAÑA.-



Aunque Zapatero dijo que no quería hablar de los que piden el "no" en el referéndum – ERC y PPC ­– porque "unos no se lo creen, que es Esquerra y otros no se lo merecen, que es el PP", no perdió la oportunidad para seguir el lema del PSC "el PP utilizará tu no contra Cataluña", que, por cierto, no estaba en el escenario del mitin.
Así, el presidente del Gobierno se dirigió al líder del PP para enviarle este mensaje: "Le digo al señor Rajoy que si hay que empezar de nuevo a hacer algo, es por ejemplo que el PP respete a las fuerzas políticas de Cataluña y a la sociedad catalana, que respete a Cataluña en su identidad y sentimientos".
Zapatero añadió que cree "profundamente" y defiende "la identidad de los ciudadanos de Cataluña su voluntad de autogobierno". "Defiendo el si al estatuto por demócrata y por español" añadió, y explicó "porque se que es la voluntad mayoritaria de los ciudadanos de Cataluña" y porque " es lo mejor para el futuro de España". Para Zapatero "la España actual sí que es grande", porque es "la España que estimula vuestra identidad y vuestra capacidad de autogobierno".
El primer secretario del PSC, José Montilla, que intervino antes que Zapatero, equiparó el "no" de ERC y el PP y acusó a los republicanos de alinearse en su rechazo al Estatuto con la derecha "más ultramontana, más intolerante y más reaccionaria" que impide el progreso del autogobierno de Cataluña y refuerza a los "discípulos de Aznár". Para Montilla, "cualquier independentista catalán tendría que votar que "sí" para no parecerse al PP". Odian a media España. España terminará llevándoselos por delante. Montilla, lo que debería es pagar el crédito, que es un fascineroso, ladrón.
Montilla tuvo duras palabras para los populares, que han llevado a los socialistas a los tribunales por su lema de precampaña del Estatuto "El PP utilizará tu 'no' al Estatuto contra Cataluña" y les recriminó que "se permitan el lujo de llamarnos fascistas". "Algunos quieren volver a escribir la historia. Pero en la historia de España el fascismo tiene nombres y apellidos. Y todo el pueblo de Cataluña sabe quién son. Para el nota este, los mas fascistas, eran los Reyes Católicos; hasta ahí llega su nefasta incultura. Es un mediocre, un pardillo, un “parvenu”. Tanto los nacidos en Cataluña como los que vinimos de otros lugares de España sabemos y conocemos los nombres y los apellidos del fascismo en la historia de España", apostilló. Fascistas españoles: los asesinos como Carrillo, seguro que a este se refería. "A estas alturas de nuestra historia nadie nos puede dar lecciones de democracia. No lo toleraremos y los catalanes tampoco", concluyó. Desde luego, nadie de su cuerda, ni Prieto, ni la momia de Largo Caballero, que eran unos anti demócratas.
Por su parte – que no decaiga – el que dice ser portavoz de la ilegal Batasuna, Arnaldo Otegui, ha advertido de que el proceso abierto en el País Vasco atraviesa "un momento de extrema gravedad", en el que existe una pugna entre la izquierda abertzale y "quienes quieren sabotear, destruir y abortar las posibilidades de resolución del conflicto".
Otegui ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa junto con los otros siete imputados por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, quien ha citado a declarar como imputado al líder abertzale por la conformación de la nueva Mesa Nacional de la formación ilegalizada.
El portavoz de ETA-Batasuna ha considerado que "si no acaban las agresiones serán mucho más difíciles las cosas, irán por mal camino y costará mucho más volver a poner el proceso en marcha" y ha añadido que es "tarea y responsabilidad del Gobierno español impedir que estas cosas sucedan", aunque ha recalcado que sigue existiendo una "posibilidad real de resolución del conflicto". Al chico, le molesta que le cite un Juez, le molesta ser uno mas, le molesta la democracia, la libertad; por eso es amigo de Zapatero: la mayor desgracia de España.

17 mayo 2006

DE AQUELLOS POLVOS,


VIENEN ESTAS NACIONALIZACIONES.-
Mientras España se debatía en una guerra civil, el general Franco envió a América Latina a un puñado de hombres con la misión de propagar el credo falangista y transformar la viejas colonias en un espacio común que, bajo la hegemonía de la Nueva España, pusiera fin a la nefasta influencia del ideario liberal y de su máximo representante, Estados Unidos. Desde aquellos tiempos hasta fechas próximas la diplomacia española entendió que la posición de España debía ser estar siempre al lado del nacionalismo latinoamericano, por muy disparatado que fuera el gobierno en cuestión, y en contra de Estados Unidos.
El modelo entró en crisis durante los gobiernos de Felipe González. Las políticas de "doble rasero" ensayadas en un primer momento –jugar a la revolución y desfogarse en aquellas tierras mientras por aquí trataban de atenerse a la moderación europea – entraban en conflicto con los intereses nacionales. González comprendió que debía entenderse con sus equivalentes en Washington y que, cada vez más, las empresas españolas requerían de seguridad jurídica, de mercados abiertos y de políticas económicas solventes.
Con Aznár llegó el gran salto adelante de nuestra economía y, con él, la entrada masiva de capital español en aquellas tierras. Había liquidez y resultaba más fácil invertir en América Latina que en otras partes del mundo. La lengua común era un factor muy importante en una clase empresarial que no andaba sobrada de recursos lingüísticos. El vacío dejado por la retirada de las empresas norteamericanas, tras sucesivos desaguisados económicos, deuda galopante y populismo ofrecía un espacio libre a un precio asequible. Por entonces ya resultaba evidente que el primer objetivo de España no era ganar la simpatía de los gobiernos de turno, como venía ocurriendo desde los años del Franquismo, sino asegurar los ahorros de los españoles y los activos de nuestras empresas.
Se acabó el sonreír al caudillo de turno, para pasar a exigir garantías a nuestras inversiones, una gestión profesional de la política económica y una política arancelaria más abierta. Para poder lograrlo era necesario coordinar esfuerzos con la otra gran potencia inversora en la región, Estados Unidos, y con los organismos internacionales apropiados: Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial. Los resultados están a la vista, un período de desarrollo económico.
Mientras tanto, la izquierda española y buena parte de la europea manifestaba su hartazgo por tanta política responsable y moderada y demandaba una vuelta a sus fundamentos revolucionarios. En España volvieron a remover los fangos de la Guerra Civil, reivindicando desde el golpe de estado de la Revolución del 34 – el social anarquista de Companys - hasta las acciones más atroces, y condenando a la derecha a la condición de fascista. La Transición fue primero expropiada a sus principales autores, la Corona y los restos del Movimiento, para luego ser minusvalorada. Había llegado el momento de demandar una política más genuinamente socialista. En política exterior esto significaba criticar la globalización liberal y apoyar a los movimientos que surgieran en su contra. Daba igual que fuera un bolivariano, un peronista o un indigenista, lo importante era contra quien se pronunciaba. Para el nuevo socialismo la opción estaba clarísima, González era un resto de un pasado superado, había llegado el momento del cambio en profundidad.
Tras el 14-M muchos de nuestros empresarios se sintieron tranquilos. Aznár había mejorado nuestra economía, pero su Administración no había sido una buena interlocutora. Su fundamentalismo liberal, su creencia en que el Estado y las empresas debían actuar con un higiénico cortafuegos de separación les había molestado. Nuestros empresarios no sólo no son liberales, sino que detestan esta filosofía. Ellos distinguen perfectamente lo que es una retórica de lo que es una política. El liberalismo les sirve como discurso, para defenderse de unos impuestos elevados o de una interferencia contraria a sus intereses, pero por encima de todo buscan la ubre protectora del Estado. Se habían entendido bien con González y confiaban repetir experiencia. Desde un primer momento comprendieron que el Gobierno estaba dispuesto a escuchar y a intervenir. Nada sería gratis, pero era posible llegar a acuerdos con Moncloa para asaltar un banco o una eléctrica, por citar dos casos de sobra conocidos. Sin embargo, algo no funcionaba.
Desde el principio el Gobierno aclaró que en política exterior no iba a limitarse a defender a nuestras empresas, sino que iba a hacer política. Fiel a su ideario alienta con sus actos y con sus palabras políticas radicales en contra de nuestros intereses. Los más capaces, ahí está el Banco Santander, maniobraron a tiempo; otros, los más fieles al compadreo y a la corruptela, están muy expuestos a la arbitrariedad del iluminado de turno. Es, exactamente, lo que se merecen. Los socialistas llevan tiempo diciendo lo que quieren hacer y nosotros denunciándolo. Sin embargo, nuestros empresarios, como dóciles palomas fieles a las estrategias de pacificación, perseveran en el esfuerzo por entenderse con un Partido Socialista que está abiertamente en contra de sus intereses.
En algún momento el empresariado español deberá tomarse en serio la necesidad de actuar con independencia del Estado y con profesionalidad. Sólo apoyando los principios y valores de la democracia liberal disfrutará de un marco jurídico y político que les permita desarrollar su trabajo con normalidad. El no intervenir supone ceder terreno. Hoy la escuela, la universidad y los medios de comunicación son, en su mayoría, instrumentos al servicio de los que quieren otra cosa. De aquellos polvos del conchabeo y la corruptela vienen los lodos de las nacionalizaciones y el desprecio que sufren de parte de nuestro propio Gobierno.
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

15 mayo 2006

QUIEN CON INFANTES PERNOCTA...

... EXCREMENTADO ALBOREA.-
La medida fue anunciada el día 15, por el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera quien, en calidad de presidente en ejercicio por la ausencia del gobernante socialista Evo Morales, firmó un decreto complementario al suscrito hace una semana para asumir "el control absoluto" del Estado sobre el negocio petrolero. "Habrá intervención a estos fondos de pensiones si no cumplen en tres días el decreto, así de claro", advirtió García Linera después de presentar el documento.
Con el decreto presentado este lunes, las AFP deberán entregar al Estado las acciones que manejan en las petroleras Andina, filial de la hispano-argentina Repsol YPF; Transredes, de la estadounidense Enron y la anglo-holandesa Shell, y Chaco, del grupo británico British Petroleum.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con las empresas gestoras extranjeras sobre la forma de transferencia de las acciones, el ejecutivo de La Paz ha tenido que tomar esta decisión, señaló el funcionario, al anticipar la eventual intervención. "Hemos dialogado varias horas, varios meses, con la gente de las AFP y hemos encontrado colaboración de una más que otra, hemos encontrado resistencia verbal y exceso verbal de alguno de los representantes de los fondos de pensiones", dijo García Linera.
Tan sólo unos minutos antes en su discurso en el Parlamento Europeo, el presidente de Bolivia, Evo Morales, decía que con la nacionalización de los hidrocarburos en su país no "se expulsa a nadie, ni se expropia a nadie". "Cualquier empresa que invirtió en mi país tiene todo el derecho a recuperar su inversión y las utilidades, pero no al control. Serán socios, no dueños de nuestros recursos naturales", dijo Morales, en sesión solemne en el pleno de la Eurocámara. Se procede a la incautación, pues, por el artículo 23 de la Ley del Embudo.
En su intervención, el líder boliviano explicó la nacionalización cómo una forma de prevenir la inmigración económica de latinoamericanos a la UE. "Para que haya seguridad jurídica es necesario que haya seguridad social", señaló asimismo.
Por otro lado, abogó por distinguir entre la producción de hoja de coca y el narcotráfico. "Los primeros países en industrializar la hoja de coca fueron los europeos", señaló.
Evo Morales justificó la decisión de exigir a BBVA y al grupo suizo Zúrich la entrega de las acciones, porque – dijo – no supone una expropiación sino únicamente un cambio de gestión. En una palabra: te quito las acciones y gestiono yo. Más incautación.
En respuesta a una pregunta del eurodiputado español del PPE José Ignacio Salafranca, Morales explicó que esos fondos que hasta la fecha eran administrados por empresas privadas, ahora lo serán por las empresas del Estado, por lo que "no se afecta, no se quita a nadie, no se expropia a nadie". Simplemente, María.
En los odiados – por el gobierno – Estados Unidos de América, una democracia auténtica, “esto” no ocurre. ¡Vaya birria de política exterior!

14 mayo 2006

Río Cabe. Herederos de Ali Bey.-

Hace muy poco más de dos siglos Manuel Godoy envió a Marruecos a un catalán llamado Domingo Badía con la comisión de levantar a las tribus del Atlas y el desierto contra el sultán y entregar la tierra al imperio español. El hombre, fingiéndose un príncipe árabe de nombre Alí Bey y con los buenos saquetes de peluconas que obtuvo del valido-consorte de Carlos IV, se dio un garbeo por el país jerifiano, se solazó a sus anchas y dejó escrito un libro que, en definitiva, fue lo único aprovechable de su monumental superchería. Ahora no nos interesa discutir la veracidad o fantasía de sus informaciones o la caradura golfa con que embaucó al sin par Godoy, la lumbrera que se hizo cargo de una España imperial y muy pocos años más tarde la dejó pordiosera y en cueros y bien preparada para la ruina que sobrevino. Pero tampoco nuestro objeto es hacer juicios históricos sobre el esplendoroso Príncipe de la Paz, o acerca de la improbable credulidad de los moros al simular tragarse la añagaza, nos conformamos con recordar de qué modo un truhán se sirvió de Marruecos como pretexto para hacer caer en sus embelecos a un tonto. Un tonto con altas responsabilidades en el estado.
En nuestros días, mandando por delante a un Alí Bey contemporáneo llamado González y en compañía de su cuate Slim, otro genio del gobierno ha ideado una excelente vía para establecer una concordia eterna y fraternal con el vecino del sur: la Alianza de Civilizaciones. Como los tiempos ya no dan para expansiones coloniales, construyamos un templo de bondad, equilibrio y amor, con la sonrisa en los morros y el buen talante en el corazón. Sólo con eso caerán las murallas de Jericó con que los marroquíes se protegen de nuestra agresiva penetración. Y lo están deseando los pobres, tan incomprendidos e injustamente tratados de nuestra parte. Ya se sabe: Marruecos-España, un malentendido histórico. Nunca hubo guerras, degollinas y apresamiento de inocentes, Diego de Torres y su misión de rescatar cautivos jamás existió, ni los mercedarios, ni Monte Arruit, ni etc. El mar nos une – y Mohamed nos separa - como saben bien los pescadores de Barbate y como atestigua toda la línea de atalayas costeras que en Andalucía gritan cómo fue el pasado en realidad; la burocracia represiva marroquí, que tan estupendamente controla las salidas clandestinas, se apresta a trincar los cuartos españoles para seguir haciendo lo mismo; los servicios secretos del Majzen garantizan una cooperación perfecta contra el terrorismo y el tráfico de drogas. Por tanto, la Alianza de Civilizaciones da su primer paso glorioso saltando por encima de diferencias y suspicacias infundadas. Ya lo ha dicho el luminoso ministro de Exteriores: el pueblo español así lo pide (no hay más que preguntar a los habitantes de El Ejido, Roquetas o Níjar para corroborar la clarividencia del prócer), en consecuencia es normal que quien le escribe los discursos involucre al Jefe del Estado en la gansada de la Alianza de Civilizaciones para vestir el muñeco de los negocios que algunos están haciendo. Y hacer negocios no es malo, pero vender humo creando expectativas fantásticas de entendimiento político, cultural y humano, ya entra de lleno en el terreno de la tomadura de pelo. Aunque los acuerdos políticos y administrativos a que se llegue no merezcan la más mínima fiabilidad –como siempre ha sido –, no hay que preocuparse: algunas buchacas engordarán bonito y el Godoy de turno, timonel infalible y sempiterno Rendido (de cansancio y de lo otro), prosigue su atractivo proyecto de arrasar lo que resta de España, por el norte, por el este, por el sur…
Portugueses: aprovechen y reclamen Olivenza, que resultaría lo menos malo de todo, pues, en definitiva, sería una forma de que la ciudad quedara en casa y a salvo de esta panda de asadores de manteca.
Serafín Fanjul.

TORREMOLINOS, NO ES TURISTICO.-

UNA JUNTA DE JUGUETE.- La Junta – siempre con el mayor espíritu de colaboración respecto de Málaga y su provincia – ha decidido NO considerar a Torremolinos, como “Municipio turístico”. Si, por el contrario, al de Santiponce – Itálica famosa y todo aquello - que, al contrario que Torremolinos, NO está gobernado por el Partido Popular.
Acaso por eso, por “proximidad”, su Consejería de Turismo – que nunca comprendí que radicase en Sevilla - supone más méritos para ser “Municipio Turístico” a Santiponce (Sevilla), que a Torremolinos, algo tan absurdo que se explica por si mismo. ¿Y el Consejero del ramo, quiere presentarse para alcalde de Marbella? ¿Con estos antecedentes “penales”?
Le aconsejo que marche hasta el sevillano Parque de María Luisa y, cuando encuentre una coquina viva, vuelva. Igual no le da tiempo a presentarse: mejor; se evita una “inritación”.

CARTA DE AZNÁR AL DIARIO ABC.-


El ABC de hoy trae en portada una fotografía mía y un titular "Aznár: Está claro que el 11-M es parte de la ofensiva del terrorismo islamista". La información procede de mi intervención, ayer, en la presentación de Robert Kagan en un acto organizado por FAES.
No deseo que pueda interpretarse aquello que yo pienso de manera diferente a como realmente pienso. La frase exacta de la que se extrae el titular es la siguiente: "Después de los horribles atentados del 11 de septiembre de 2001, un verdadero acto de guerra en contra de la civilización, y después de lo que hemos vivido en Bali, en Estambul, en Casablanca, en Madrid o en Londres, está claro que el terrorismo islamista ha decidido emprender una ofensiva en toda regla para imponer su tiranía opresiva". Esta frase, en términos muy similares, la he pronunciado numerosas veces en los últimos dos años, dentro y fuera de España. No supone ninguna novedad en mi percepción de la tragedia del 11-M. Si al hablar del terrorismo islamista a partir del 11 de septiembre menciono Londres, Bali, Estambul, Casablanca, y también el atentado de Atocha, es porque existe la percepción generalizada en España y en todo el mundo de que elementos islamistas tuvieron un determinado grado de participación en la autoría material.
No dispongo de información suficiente para determinar hasta dónde llega ese grado de participación, ni si ésta es completa y excluyente de cualquier otra. Tampoco me corresponde hacerlo. Pero quiero asegurar que mantengo todas y cada una de las afirmaciones que realicé en la Comisión Parlamentaria de investigación del 11-M, ante la cual hablé durante once horas el día 29 de noviembre de 2004.
Sigo creyendo que los autores intelectuales de esos atentados, los que hicieron esa planificación, los que yo antes he preguntado cuándo, quién y por qué deciden ese día, precisamente ese día, no anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas.
Sigo teniendo la idea muy clara de que hubo esa planificación estratégica y creo que hay algunos que la aprovecharon al máximo.
Sigo pensando que investigar es la mejor fórmula de conocer la verdad, y de decir la verdad a todos los ciudadanos, y por eso ahora –como hice en la Comisión – pido que se investigue.
Reafirmo lo dicho ante la Comisión tan sólo por deseo de aclarar lo que pienso acerca de la investigación de la tragedia terrorista del 11-M. Por encima de ello están algunas ideas que siempre he sostenido: el deseo común de todo terrorista de someter nuestras libertades y nuestro modo de vida, la necesidad de una indestructible firmeza moral de todas las democracias para derrotar -no transigir, sino derrotar- al terrorismo, y el recuerdo a todas las víctimas, testimonio vivo de dignidad de la democracia.
Con el afecto de siempre.
Esta carta fue la respuesta del Presidente a una tergiversación de ABC, sobre su intervención en FAES. La carta no fue publicada, fue “referida”. ABC, ahora, es “así”.

MORALEDA A LO SUYO: LA INFAMIA.-

DE LA MONCLOA A MOLINA DE SEGURA,
PASANDO POR BARBATE.
Moraleda, el SEC – Secretario de Estado para la Comunicación – no para de “comunicar”. Instalado en su sectarismo antidemocrático, miente como un bellaco al servicio de la nefasta permanencia de sus amigos en el poder. Y - como en el fondo es un chapucero – cuando se ve descubierto, vuelve a mentir – ha sido un error técnico - se disculpa y a seguir.
El tal Moraleda envió los siguientes mensajes:
Pero fue descubierto y se “disculpó”, de la manera tan “original” que puede comprobarse. Su teléfono no solo es “móvil” – que yo sepa, no tienen patas ni se mueve, en todo caso, portátil – sino tan listo que se comunica solo, sin la intervención humana.Por otra parte, en Molina de Segura, dos concejales del PSO – antes PSOE – han falseado un Acta para poder “demostrar” que otro concejal – este del PP, naturalmente – había votado a favor de una resolución que podía favorecer a su mujer. En realidad, llegado el momento de aquella votación, el edil popular, prudente él, se había ausentado. Ahora, este, manifiesta que – si el miércoles no han dimitido los dos “pájaros cantores” – los llevará a los tribunales. Se equivoca: ha de hacerlo en cualquier caso, para conseguir su inhabilitación. Los chorizos, no merecen que se les de “cuartelillo”.

Me recuerdan a un alcalde de Barbate – Serafín Núñez, de la misma reata - que, cuando se intentaba registrar de entrada un documento en su Ayuntamiento, previamente había de leerlo y, caso de “no gustarle”, lo devolvía. Yo lo registraba de entrada en lo que, entonces, se llamaba Gobierno Civil, y – consecuentemente con su idiosincrasia – me puso en su “lista negra”. Todo un demócrata sociata. Terminó inhabilitado, su mejor destino, el que mereció siempre. Era un “pregonao”.