29 agosto 2006

NO AL DESPLIEGUE ESPAÑOL EN EL LIBANO.-

Los soldados españoles no deberían ser desplegados en el Líbano ni bajo mando europeo, ni como cascos azules, ni bajo cualquier otro posible acuerdo. No, al menos, mientras su misión no sea clara, determinante y realista.
La resolución 1701 que orquesta el alto el fuego no es la paz ni puede traerla. Esta guerra en el Líbano sólo ha sido el preludio de la siguiente, no el fin de las hostilidades. Irán lo ha dicho claramente por boca de su iluminado presidente: "el mundo árabe sabe ya cómo derrotar a Israel gracias a Alá". El líder de Hezbolá, Nasralá, también lo ha dicho: ni se desarmarán ni renuncian a la eliminación de Israel, sobre todo ahora que se consideran triunfadores del conflicto. Los israelíes volverán a enfrentarse a sus enemigos en el futuro, porque su existencia les va en ello. No hay otra opción mientras el fundamentalismo islamista impere en la zona.
Rodríguez Zapatero considera que ya hay paz en la zona, simplemente porque Israel no bombardea más. Pero calla que la ONU ha establecido que fue Hezbolá la causante de esta guerra al atacar a Israel y secuestrar a dos de sus soldados. Soldados que aún no ha devuelto y a quienes se les niega todo derecho. Rodríguez Zapatero, que tanto piensa en su difunto abuelo, sin embargo no conoce ni los nombres de estos soldados israelíes que Hezbolá mantiene aún cautivos. Se llaman Ehud Goldwasser, de 31 años, y Eldad Regev, de 26, (y el secuestrado anteriormente por Hamas, Gilad Shalit, de 19). ¿Qué está haciendo Corto ZP y su gobierno por obtener la liberación de estos soldados secuestrados por los terroristas islámicos? La respuesta es simple: nada. ¿Piensa Corto Zapatero que con el despliegue español se contribuirá a su liberación? Posiblemente ni se lo haya planteado.
La FINUL ha ayudado directa e indirectamente al fortalecimiento de Hezbolá. Incluso durante la guerra ha servido de referencia informativa sobre los movimientos de las fuerzas israelíes bajo la falsa apariencia de ser observadores neutrales. ¿Va a permitir ahora la FINUL que Israel busque a sus secuestrados? ¿Tomarán acaso nota de los envíos de armas desde Siria e Irán para los terroristas?
Al gobierno español le da igual la vida de los secuestrados como le importa muy poco el destino y la suerte de Israel. No despliega nuestras tropas para proteger a la única democracia en la zona, al único país occidental en la región, a la única economía próspera del mundo árabe. No, se despliega para proteger "la paz", ni siquiera para interponerse entre los contendientes o para desarmar al culpable. El ansia infinita de paz de ZP es lo que explica que nuestros soldados vayan a jugarse la vida al Líbano. Además, claro está, de dorarle la píldora a Chirac, Annan y Assad.
No hay ninguna razón de fondo por la que España deba pagar con dinero, esfuerzo humano y quién sabe si sangre lo que estipula la 1701. La ONU no ha impuesto ninguna solución, sólo ha comprado tiempo. Tiempo para que los fundamentalistas lo aprovechen.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, mostró su esperanza en que "no se produzca un nuevo ejemplo de ocultismo" y el presidente del Gobierno informe de la operación, "una situación de riesgo y peligro sin precedentes". El líder popular acusó a Zapatero de "vender que es la quintaesencia del pacifismo", a pesar de que "nunca en la historia de España hubo tantos soldados en el exterior como ahora". "Zapatero retiró las tropas una vez y para compensar lo único que hace ahora es mandar tropas", aseveró, recordando que el Ejército español tiene presencia en Bosnia, Kosovo, Afganistán, Congo y el Báltico.
Basado en un trabajo
GEES. Libertad Digital.

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