12 mayo 2006

DE LA NFR - 90 A LA F-100.-



DESARROLLO DE NUESTRAS F – 100.-
La F-101 Álvaro de Bazán fue botada el día 27 de octubre de 2000, como primera de una serie de cuatro, ahora ampliada, en el astillero de la entonces Empresa Nacional Bazán – luego Izar, ahora Navantia - de Ferrol. Pero el punto de partida en la construcción de esta primera unidad de la clase F-100 había comenzado muchos años antes. El origen de estos buques está en los trabajos iniciados tras la suspensión del proyecto multinacional NFR-90 (NATO Frigate Replacement), que debería haber comenzado a equipar a buena parte de Marinas de la OTAN durante los años 90. El proyecto hizo aguas debido a insalvables dificultades surgidas entre los socios durante los trabajos de definición. España trató de reconducir las experiencias adquiridas durante el proceso, uniendo su esfuerzo a otras Marinas europeas. Así se conformaron finalmente dos grandes grupos, el primero formado por el Reino Unido, Francia e Italia con el proyecto Horizon, por una parte, basado en la tecnología de misiles europea FAMS (Family of Anti-Air Missile Systems) cuyo producto resultante son los misiles Aster 15 y Aster 30. Por otra parte, se formó la alianza entre España, Holanda y Alemania, con la fragata Trilateral y utilizando la familia de misiles NAAWS (NATO Anti-Air Warfare System), con los misiles Standard SM-2 -en sus distintas versiones o Blocks- y ESSM (Evolved Sea Sparrow Missile). Éste último tiene la ventaja adicional de instalarse en montajes de cuatro unidades (quadpacked) ocupando una sóla celda del lanzador de misiles, es decir, en 8 celdas se podrían instalar 32 misiles ESSM. En ambos casos se buscaba la construcción de un buque multifuncional, pero con especial énfasis en la guerra antiaérea, acomodándose a los cambios derivados de la nueva situación internacional, con la caída del antiguo antagonista, el bloque soviético y su arma submarina, principal amenaza para las Marinas occidentales durante la guerra fría. Con estos nuevos buques se pretendía aprovechar las enseñanzas derivadas de conflictos como el de las Malvinas, en el que los buques de defensa aérea británicos recibieron un duro correctivo, siendo incapaces no ya de proteger a los buques que convoyaban, sino de protegerse a sí mismos ante la amenaza de simples bombas guiadas lanzadas por valerosos pilotos desde los aparatos de la Fuerza Aérea argentina; o incidentes como el sufrido por la fragata norteamericana USS Stark (FFG-31) en el Golfo Pérsico en 1987, al ser alcanzada por dos misiles antibuque Exocet lanzados desde un avión iraní. El poseer buques capaces de protegerse efectivamente y proyectar su cortina defensiva sobre otros buques contra la amenaza de los misiles supersónicos roza olas (sea skimmers) o de vuelo final en picado (high divers) se consideró una necesidad de primer orden por parte de la OTAN, lo que dio lugar al desarrollo de una nueva generación de sensores y sistemas de armas, basados en el binomio radar multifunción de fase activa/pasiva y una nueva generación de misiles antiaéreos, como se ha descrito anteriormente, y que utilizan sistemas de lanzamiento vertical, que superan las tradicionales limitaciones de los tradicionales radares de rotación mecánica y de los lanzamisiles orientables. El proyecto franco - italo - británico Horizon, basado en sensores y armamento de origen europeo, pasó por un interminable y tortuoso camino de desencuentros entre los tres socios, que no se ponían de acuerdo en el número de unidades a construir, en las tecnologías a adoptar, y sobre todo, en el reparto de los paquetes de trabajo para sus empresas nacionales, reeditando en cierta forma el bluff del proyecto NFR-90. Finalmente, los británicos, una vez más, decidieron abandonar el consorcio en 1999 y construir sus propios buques. En principio 12 unidades del Type 45, un destructor antiaéreo de alrededor de 7.500 t de desplazamiento, del que ya se han autorizado los dos primeros lotes de 3 unidades, previéndose que la media docena restante sea ordenada en los próximos años, si las dificultades presupuestarias no lo impiden. Mientras tanto, Francia e Italia han proseguido con el desarrollo de la fragata Horizon/Orizzonte, quedando el programa reducido a la casi simbólica construcción de 2 unidades para cada Marina. Construcción que, como en el caso británico, comienza con un considerable retraso con respecto a los buques del consorcio español – holandés - alemán, y lo que es peor, con unas muy discretas características técnicas y operativas con respecto a éstas. Por su parte, la fragata Trilateral, basada en la tecnología de radar multifunción APAR, todavía en desarrollo en la época, sufrió una escisión, siendo en esta ocasión la Armada española la que decidió estudiar otras alternativas, vistos los riesgos en tiempos y costes que comportaba el desarrollo del radar europeo, siendo así que fructificó en 1996 la configuración final de la serie F-100 basada en el sistema de combate norteamericano AEGIS y su radar Spy-1D, manteniéndose el pacto con los socios holandés y alemán para el desarrollo de la plataforma y adquisición de equipamientos comunes exclusivamente. Así, nos encontramos en el momento actual con tres tipos de buques, los De Zeven Provinciën (Holanda, 3 + 1 buques); Sachsen (Alemania, 4 unidades); y Álvaro de Bazán (4 buques), que comparten, sobre plataformas muy similares, un armamento también tremendamente similar, de hecho el buque holandés y el español presentan un cuadro en este aspecto prácticamente idéntico. La principal diferencia estriba en la utilización, en el principal segmento y razón de ser de estos buques - el antiaéreo - de la tecnología de radar de desarrollo propio por parte de alemanes y holandeses, junto al lanzador de misiles vertical Mk 41 de origen estadounidense. Además, el buque español integra 48 pozos lanzamisiles, por 40 del buque holandés (con una posibilidad de crecimiento de 8 más), y 32 de las fragatas alemanas. Finalmente, otra característica no perceptible pero definitiva en cuanto a la capacidad de las F-100 sobre sus hermanas del norte de Europa es la utilización de la versión táctica o larga del lanzador Mk 41, lo que las convierte en el único buque del ámbito europeo con capacidad real para la adopción de misiles tácticos de ataque contra objetivos terrestres TLAM (Tactical Land-Attack Missiles), como los Tomahawk. La Armada española optó por una combinación probada y eficaz: el lanzador Mk 41 y el sistema de combate AEGIS, ambos de origen norteamericano. Esta combinación está instalada en todos los buques mayores de la flota norteamericana (cruceros clase Ticonderoga y destructores clase Arleigh Burke), así como en los de la Fuerza Marítima de Autodefensa del Japón (destructores de la clase Kongo). Pronto también la Marina de Corea del Sur tendrá sus buques con sistema de combate AEGIS, al igual que la Armada de Noruega, que se hará con cinco buques – serie F 310 - de fabricación española que inauguran una nueva familia de buques AEGIS con un radar multifunción más reducido, el Spy -1F. Izar, en su día, a través del consorcio AFCON (Advanced Frigate Consortium) tiene en proyecto un buque aún menor, del orden de las 2.500 toneladas, dotado con un radar en desarrollo, el Spy-1K, dirigido al mercado de exportación. En total más de 100 unidades en todo el mundo disponen del sistema de combate AEGIS, lo que garantiza la existencia de un stock de piezas y repuestos durante toda la vida operativa de los buques. El sistema de combate AEGIS es un veterano entre los radares multifunción, a pesar de ello se mantiene convenientemente actualizado a través de sucesivas mejoras en el desarrollo del sistema que garantizan su acomodo a los avances tecnológicos en este campo. La Armada española recibirá las fragatas F-100 con un sistema de combate AEGIS con el mismo Baseline (versión del sistema) que los buques de la US Navy en construcción.
En las fotografías, la F 100 – y su tripulación – orgullosos, todos menos el gobierno, del deber cumplido en el Golfo Pérsico y del homenaje ofrecido desde el “carrier” USA. Todo un detalle, todo un reconocimiento: honra, siempre; ahora también barcos y alta cualificación.
Bibliografía: Revista naval.

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