25 abril 2007

A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES.-

CREE QUE HUBIERA SIDO MEJOR CAMBIAR LA CONSTITUCIÓN. MARAGALL DICE AHORA QUE LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN “NO HA VALIDO LA PENA”.
El ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall ha declarado que fue un "error" impulsar la reforma del Estatut de Cataluña sin modificar antes la Constitución y ha afirmado que el proceso "ha sido tan complicado que no valía la pena", según publica el diario italiano 'Europa'. El PSC se ha desmarcado de las declaraciones de Maragall y CiU las considera un "contrasentido". En una entrevista concedida al periódico oficial de 'La Margarita' —uno de los principales partidos del centro-izquierda italiano—, Maragall hace autocrítica respecto al proceso de reforma del Estatut impulsado por su Gobierno, al considerar que "tal vez, hubiera sido mejor concentrarse en la modificación del artículo 2 de la Constitución" antes de afrontar la complicada modificación de la norma autonómica. Maragall explica que dicho artículo "crea la figura de las autonomías pero no las específica", de modo que "lo que se debería hacer es añadir al artículo 2 otro en el que se nombre a las 17 autonomías, especificando que tres de ellas son nacionalidades históricas: Cataluña, Euskadi y Galicia", puntualiza. "Visto con la perspectiva de hoy", Maragall se pregunta si "valía la pena tanto esfuerzo", aludiendo al complicado debate y posterior aprobación de "287 artículos, en los que se especifican las competencias de Cataluña, una por una y en cada campo", a lo que él mismo responde: "No, yo creo ahora que no ha valido la pena", ya que ha dado pie a un Estatut que "todavía no es del todo estable", sentencia. Para el ex presidente, que precisamente fue quien lideró todo el proceso de reforma, a pesar de que el texto "fue aprobado en Cataluña, fue aprobado por el Parlamento español y por el Senado", todavía pesa sobre él varios recursos en el Tribunal Constitucional "y pasarán años" antes de que se resuelvan, asegura. En cuanto a la reforma de la Constitución, señala que "probablemente" hubiera sido "imposible", "pero también la del Estatuto ha sido imposible", ya que "está vigente, pero sólo de forma provisional", a causa del proceso pendiente en el Constitucional. Según Maragall, el problema está en que la Constitución no recoge la realidad de España como "una nación de naciones", que es la denominación que utilizaba el federalismo español, explica. Con todo, "la reforma del Estatut ha sido una manera indirecta de resolver este error. Pero ha sido tan complicado que no valía la pena", concluye. A lo largo de la entrevista, también se refiere al tema de la construcción europea, considerando que "Europa no es el eje París-Berlín"que se formó después de las dos guerras mundiales, sino que ahora, lo que hay que hacer es "construir Europa desde el Sur", desde el área euromediterránea, cometido que debería ser liderado por Italia y España.
REACCIONES.
Las palabras del ex presidente catalán han provocado la reacción del líder del PP de Cataluña, Josep Piqué, quien manifestó desde Sevilla que el Maragall ha dicho lo que él ya viene diciendo desde hace años, que el nuevo Estatuto "no valía para nada", que "no iba a solucionar ningún problema" y que iba a ser "contraproducente". Piqué señaló que cada día se confirma más que el debate sobre el Estatut ha sido totalmente "estéril y enfermizo" y que sólo ha contribuido a "dividir" a la sociedad catalana y a la española, al tiempo que ha "hundido" el prestigio de Cataluña y de sus instituciones. Las declaraciones de Maragall tampoco han gustado en el PSC, su propio partido. El portavoz adjunto en el Parlament, Joan Ferran, aseguró en rueda de prensa que su partido "respeta pero no comparte" las declaraciones del ex president y aseguró que el PSC "seguirá trabajando" para que el Estatut "llegue a buen fin" pese a las dificultades.
Por su parte, el actual presidente de la Generalitat, José Montilla, evitó valorar las palabras de su antecesor y se limitó a afirmar que no había leído "la prensa italiana". No obstante, Montilla dijo no tener "interés en hacer de historiador y mirar al pasado, porque ahora tenemos un Estatut aprobado, que es una ley vigente y que, por tanto, obliga al Gobierno catalán y también al español" a su aplicación.
Mientras, el líder de CiU, Artur Mas, afirmó que las declaraciones de Maragall son "un contrasentido" porque es precisamente el Gobierno del PSOE el que está "obstaculizando" el despliegue del Estatut, ante lo que considera pasividad del PSC. Para Mas, el actual contexto político demuestra que era inviable reformar la Constitución antes del Estatut. El líder de CiU se preguntó "qué hubiera pasado si se hubiera propuesto la reforma constitucional", en referencia a la crispación generada por el debate estatutario.
"Ya no entiendo nada, que se aclaren un poco, porque no tiene demasiado sentido", afirmó Mas, y recomendó a Maragall que "piense más en cómo está actuando si propio partido en la defensa del autogobierno". Aun así, consideró que "no debemos abandonar del todo" la idea de reformar la Constitución.
En cambio, desde ERC, Joan Ridao dijo que su formación "comparte la visión de Maragall de que tanto esfuerzo con el Estatut probablemente no ha valido demasiado la pena" porque Cataluña "no ha ido mucho más allá de donde estaba". Aun así, constató que no se puede reformar la Constitución en "dirección federal y plurinacional", ni antes ni ahora.
El portavoz parlamentario de ICV-EUiA, Jaume Bosch, interpretó que son "peligrosas" estas declaraciones de Maragall, y también las del ex presidente Jordi Pujol cuando "intenta justificar por qué no impulsó una reforma estatutaria". Según él, los ex dirigentes suelen transmitir que "los tiempos pasados fueron mejores".

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