25 abril 2007

ESCOMBRERAS.-

Durante muchos años, en tiempos de “la oprobiosa”, y quiero decir que así la califico porque considero nefastas a todas las dictaduras. Sin embargo, después de haberla vivido y haber estudiado durante años sus causas, me mantengo en el calificativo aunque no así, en el derecho y el deber de cambiar lo que era de “comedia trágica” de la denigrante y repugnante republica que padecimos. Comedia por farsa dirigida desde el exterior y trágica por los muertos que provocaba de ciudadanos e instituciones de lo que determinaban que era un bando a exterminar con el aplauso, o la connivencia del “Gobierno Legitimo”. Si el Autócrata no se levanta, ahora se habría caído el muro o algo peor. A cada uno lo suyo.
Pues decía, la Banca y la incipiente Bolsa estaba totalmente dominada por unas pocas familias económicas, pero controladas por el “Dictata”.
Cuando se transitó a esto que tenemos ahora y que creímos era democracia, aunque disfrazada fuera, pensamos que muchas cosas habrían cambiado o tendrían que cambiar, sin duda, sin pausa y con cierta prisa.
Sin embargo no es fácil dejar los “momios”, abandonar los controles, desprenderse de las ubres donde se succiona a gusto y sin que los demás estorben por apartarnos para ponerse ellos.
Hay otras cosas, la paga del 18 de Julio, las fiestas interminables, los derechos colectivos, cosas menores, populares y difíciles de quitar, pero sobre todo, lo que se quedo controladito fue La Banca y la Bolsa.
El espectáculo de mindundis, dirigidos por un tipo “Guinda” como una tarta podrida, con copete barroco rematándolo para darle cierta imagen de respetabilidad, que no consigue, jugando a controlar los dineros de millones, ahora si, ahorradores españoles y extranjeros, asaltando Bancos y empresas para repartirlas a sus amigotes y amiguetes, y a la sombra del “one”, que de economía tiene tres tardes de experiencia, es algo que sobrepasa el esperpento.
Me importa una higa lo que haya dicho Conthe, él estaba tan contento hasta el otro día y no denunció lo del BBV en su momento, además de decirle barbaridades al acosado Pizarro, a quien tenia que defender, a el y a millones de accionistas a quienes querían pagarle la mitad y en basurines.
Ese nido de trafico, del que ya nos podía habernos librado nuestro paisano canarión en su día, que es la CNMV, que tendría que ser transparente como un cristal sin mácula, para que los inversores de todo el mundo apetecieran venir a entregarnos sus dineros y colaborar a nuestro desarrollo, estropeados por querer los de la O de obreros, que vergüenza para los verdaderos obreros, que somos casi todos, apropiarse a la fuerza de los sectores estratégicos españoles. Lo que no saben por incapacidad, crear ni poseer por el trabajo y la inteligencia, lo quieren expropiar a costa de “lo que sea y como sea”, frase presidencial que resume su ideario.
Este asunto es peligrosísimo para nuestro futuro de seriedad y credibilidad, para la bolsa en general y para nuestra economía en global. Por temas políticos, y de rencillas personales, que perdamos las subvenciones a Galicia por los incendios, las subvenciones del lino por querer empapelar a la oposición, y quedar atrás en ese mercado emergente para siempre, y ahora, este espectáculo que hará huir, hasta a Venezuela como sitio mas estable a miles de inversores, amen de lo que perjudicara a las empresas españolas que quieran ir a comprar a otros países, es algo mas que grave.
Criticar a los americanos es fácil, pero, allí lo del sotck market lo tienen bien organizado, una miradita no nos vendría mal, aunque llenaría las cárceles, eso sí.
Escombreras es peor que escorial, huele peor y contamina las raíces. Para huir.
A reflexionar.
L.Soriano.
En la fotografía, Escombreras, de claro origen franquista, en lo industrial, durante la época autárquica.

2 comentarios:

José Ignacio Rosende Pimentel. dijo...

Ya que el Sr. Soriano afirma que "ha estudiado - durante años - las causas de la Dictadura", sería interesante que nos hiciese saber sus conclusiones.

José Ignacio Rosende Pimentel. dijo...

Este Soriano es un facha de mucho cuidado. Se le ve el plumero.
Un Progresista.