11 mayo 2007

11 - M: EL EJE MINA CONCHITA - LEGANÉS.-

La brevísima sesión de ayer estuvo dedicada exclusivamente a examinar un informe elaborado por la Guardia Civil destinado a determinar el origen del explosivo envuelto en las fajas halladas entre los escombros del piso de Martín Gaite y los detonadores encontrados en los diversos lugares relacionados con el atentado, la furgoneta Kangoo, la mochila de Vallecas y los restos de Leganés.
El trabajo realizado por la Guardia Civil ha consistido en rastrear adónde fue el explosivo correspondiente a las numeraciones de las fajas o envoltorios recuperados y adónde fueron a parar los detonadores del tipo de los encontrados. Las cuatro numeraciones halladas en Leganés y los detonadores descubiertos conducen todos a Mina Conchita. En especial, el perito explicó que hay una clase de detonador, de los que se encontraron algunos en los lugares anteriormente mencionados, que se fabricaba exclusivamente para Mina Conchita porque era el único lugar donde se empleaban.
El abogado de Suárez Trashorras, que trabajó en Mina Conchita, trató de poner en tela de juicio la deducción de la Guardia Civil sobre la base de que parte del explosivo envuelto con la numeración hallada en Leganés fue a parar a muchas otras minas, olvidándose de recordar que sólo en Mina Conchita confluyen las cuatro encontradas en Leganés y que, por lo tanto, lo lógico es suponer que de allí procede todo el explosivo que manejaron los terroristas. Para apuntalar su discurso ha recurrido a un viejo truco de leguleyo y le ha preguntado al Guardia Civil si tenía una absoluta y total certeza de que el explosivo de Leganés procedía en su totalidad de Mina Conchita. El Guardia Civil, algo harto de que se le negara la obvia lógica de su conclusión, ha contestado que esa clase de certeza “no la tiene ni dios”. Ojala todas las dudas que pesan sobre el 11-M fueran tan poco consistentes como la que ha arrojado sobre este asunto el abogado de Trashorras.
EL DEBATE EN LOS PERIÓDICOS.
Ayer preveíamos que los oficialistas se congratularían de la consolidación de la versión oficial y los conspiracionistas tratarían de ahondar en las fisuras que obviamente aun le quedan. Sin embargo, Ernesto Ekaizer fue más allá y sentencia que el Juez Bermúdez ya ha tomado una decisión acerca de la posible intervención de ETA: “factor ajeno al proceso”. Es una cuestión en la que también se fijaron los conspiracionistas. El debate se centra en la interpretación de un incidente ocurrido entre el Presidente del tribunal y el abogado de la AVT, José María de Pablo, que fue reprendido por no ejercer correctamente su función de acusación particular. En este asunto, tiene toda la razón el Juez. La AVT es parte en el juicio como acusación particular de los 29 procesados y no tiene sentido procesal que insista en tratar de descubrir la autoría de ETA por una línea que, de confirmarse, conllevaría la exculpación de las personas a quienes se supone que acusa. Sin embargo, el que el Juez le recordara que ninguno de los procesados, supuestamente acusados por la AVT, tiene relación con ETA no quiere decir que la posible autoría de ésta carezca de interés para el proceso. Entre otras cosas, puede tenerlo para las defensas, porque la demostración de que el atentado fue obra de la ETA podría servir para demostrar la inocencia de sus patrocinados. Por otro lado, es igualmente obvio que el Juez no ha descartado la posibilidad de que, en lo que resta de juicio, se demuestre la intervención de la organización terrorista vasca de un modo u otro, ya que, como bien debe saber Ekaizer y el resto de oficialistas, el tribunal piensa dedicar una sesión a los informes que tratan de este asunto el día 18 de este mes.
A la vista de que se ha destacado muy poco, no está de más recordar lo importante de la sesión de anteayer: en ningún sitio ni en ningún ordenador relacionado con la célula de Leganés se ha descubierto documento o texto alguno que hable de RENFE, de trenes de cercanías, de recorridos, de posibles planes, de horarios, de distribución de bombas en varios vagones, de la fabricación de éstas con teléfonos móviles, etc. El grado de improvisación que revela esta ausencia es muy difícil de creer y conduce a pensar que, fuera cual fuera la intervención de la célula de Leganés, los que planearon el atentado fueron otros.
LOS EXPLOSIVOS.
Desde un punto de vista procesal, todo pende de lo que resulte de la prueba pericial de los explosivos, con o sin exhumación de cadáveres. Caben dos posibilidades:
1. Los peritos se ponen de acuerdo en que lo que estalló en los trenes fue Goma 2 ECO. La versión oficial se vería confirmada, lo que conduciría a la condena de toda la trama asturiana y a la del único procesado relacionado con la célula de Leganés, Abdelmajid Bouchar. Los demás, Zouhier, El Egipcio y los otros dos supuestos autores intelectuales así como los integrantes del grupo del local del Virgen del Coro, quedarían pendientes de cómo valora el tribunal las relaciones demostradas con la trama asturiana, en el caso de Zouhier, y con los de Leganés, en el caso de los demás. Zougam sería probablemente absuelto.
2. Los peritos se ponen de acuerdo en que lo que estalló en los trenes no pudo ser Goma 2 ECO. La versión oficial se viene abajo y ningún procesado podría ser condenado por asesinato y la Fiscalía sólo lograría condenas por otros delitos como integración en organización terrorista o tráfico de explosivo.
Cabe una tercera posibilidad intermedia: los peritos no se ponen de acuerdo sobre lo que estalló en los trenes, de modo y manera que los nombrados por las partes sostienen que no pudo ser Goma 2 ECO y los de la Policía y Guardia Civil que sí pudo serlo. En este caso, lo más probable es que el tribunal resuelva como en el caso 1, a menos que ocurran una de estas dos circunstancias, que los peritos nombrados por las partes sean capaces de convencer al tribunal de que aciertan y los de las fuerzas del orden se equivocan o que los de la Guardia Civil se alineen con los de parte y dejen solos a los de la Policía Nacional. En este caso, el tribunal resolverá del modo expuesto en el supuesto 2.
En todos estos casos seguirá sin saberse quién ordenó el 11-M, pero si resultara el número 2, al menos las fuerzas del orden carecerían de excusas para dar por cerrada la investigación y subsistiría la esperanza de saber a medio plazo quién nos atacó. En cambio, si resulta el caso 1, lo más probable es que nos quedemos sin saberlo.
EL EJEMPLO DE IÑAKI.
Ayer se supo igualmente que cuatro de los procesados han decidido ponerse en huelga de hambre para protestar por su situación, que consideran injusta. Se trata de los tres supuestos cerebros del atentado, Rabei Osman, El Egipicio; Blhadj; el Haski, y uno de los supuestos autores materiales, Abdelmajid Bouchar. La situación procesal de cada uno de ellos es diferente. A El Egipcio le acusa la conversación grabada por la Policía italiana en la que se atribuía la preparación del atentado. De Belhadj se dice que es la persona que aparece en el vídeo depositado en la papelera de al M-30 reivindicando el atentado. El Haski es acusado de ser un peligroso terrorista con conexiones con al Qaeda, pero su relación con el 11-M es la más débil de las cuatro; Bouchar estaba en el piso de Leganés el día del suicidio colectivo, cuando escapó al ver a un policía en el momento de bajar la basura.
Es muy pronto para valorar las consecuencias de esta decisión mientras no transcurran unos días. Desde ahora, sin embargo, sí puede decirse que la presencia de Bouchar, el que más papeletas tiene para ser condenado por la autoría material del atentado, perjudica a los otros tres, que tienen buenas posibilidades de resultar absueltos, al menos en lo que al cargo de asesinato se refiere.
Emilio Campmany es licenciado en Historia Contemporánea y en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Es Registrador de la Propiedad. Su novela “Operación Chaplin”, cuya trama gira alrededor del atentado que sufrió José María Aznar en 1995 a manos de la ETA, fue finalista del V Premio Río Manzanares en 2003. Próximamente publicará otra en torno al asesinato de Efialtes, líder del partido democrático en la Atenas de Pericles. Colabora con la revista Chesterton. Estudioso de temas estratégicos. Actualmente trabaja sobre los problemas jurídicos que plantean las estrategias de la guerra contra el terror.

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