El amigo Jaime – mas conocido como Pedro Sáez de Sicilia – me habló del tema. Teoricemos sobre él, pues. Y ya llegarán sus “críticas”.
LA NOTICIA.
Los multimillonarios jeques de Arabia Saudita, que desde hace décadas financian la construcción de mezquitas en todo el mundo, intentan ahora adquirir en España algunos colegios para convertirlos en centros de enseñanza islámica. Según revela J. Pagola en ABC, la operación se efectúa a través de la Embajada Saudita, que tras fracasar en su intento de adquirir en Madrid el edificio que albergaba un colegio de las Madres Mercedarias, mantienen ahora negociaciones con los propietarios de una escuela, situada cerca de la mezquita de la M-30, donde ahora dan clase religiosas de la Merced.
En España hay más de 600.000 musulmanes y aunque abundan los lugares de culto islámicos - tanto oficiales como clandestinos - apenas hay escuelas en las que se enseñe a los niños aplicando las estrictas normas del Corán y la Sharía. La Comisión de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia calcula que existen – cuando menos - entre 200 y 400 lugares de oración en nuestro país, pero no todo son las tradicionales grandes mezquitas. Además de vistosos edificios como los de la M-30 en Madrid, Ceuta, Melilla o Marbella, existen multitud de espacios en los que los musulmanes se juntan para relacionarse, estudiar, rezar y quien sabe, si también a conspirar.
Esos lugares en los que se reúnen son clave en el desarrollo de la cultura islámica, al margen de los centros o mezquitas "oficiales". Desde allí también se da cobertura a los inmigrantes recién llegados y se satisfacen las necesidades de educación coránica y de lengua árabe que no están cubiertas por la enseñanza pública, según dicen los propios musulmanes (pese al Acuerdos de cooperación del Estado español, con la comisión islámica de España que existe desde 1992 y que garantizan el derecho a recibir las enseñanzas de religiones minoritarias).
EL COMENTARIO Y LA OPINION.
0.- El alumnado. Se supone que estaría constituido por ciudadanos españoles o aspirantes a serlo. De no ser así, sobran en España. Esto ha de ser tenido en cuenta en todo momento. Lo más deseable, clases optativas de religión musulmana en los colegios públicos, concentrando alumnos en determinados colegios y dejarse de dar facilidades, a los que no otorgan ninguna.
1.- El sistema educativo. La Religión. El profesorado. Sin duda, habría de ser el que existe en España, con opción libre – optativa – para estudiar su religión familiar, en las mismas condiciones que cualquier hijo de familia cristiana, respecto de la Fe católica. Nada importa que sepan del Tigris y el Eúfrates, paro, por supuesto, con prioridad para el Ebro. El profesorado – salvo el de religión mahometana - para nada debería diferenciarse del de otro colegio cualquiera, el derecho a la Inspección, indiscutible y el estudio de la lengua castellana, prioritario. Los profesores de religión deberían ser elegidos con la autorización de las autoridades españolas.
2.- El régimen escolar. Idéntico al de cualquier escuela española. Para nada admisible, que se convirtiesen en madrazas o lugares de adoctrinamiento o que se consideren fuera del ámbito educativo español, Si desean convertirlo en árabes ejemplares, que se los lleven allí.
3.- La reciprocidad. Sería muy normal exigirla, pero además de no poder ser, resulta imposible obtener semejante opción. Ya se sabe que Arabia es – toda ella – lugar sagrado y es imposible ser “sacrílego”. Y con estos tipos quieren, algunos, hacer la Alianza de Civilizaciones. ¡Menudos cenutrios!
4.- La única ventaja. Obligatoriedad. Si se obligaba a los musulmanes a asistir a estas escuelas, tendríamos la ventaja de que no molestarían, por su escaso nivel como alumnos, en otros colegios a aquellos cuya lengua materna fuese el castellano.
RESUMIENDO: las condiciones deberíamos fijarlas los españoles, porque tenemos el derecho a hacerlo. Pero no será así. Nos “aliaremos civilizadamente”, “tragaremos paquete” y a vivir. Y tendremos a una generación de indeseables, poco preparados, pero – eso si – muy buenos musulmanes y, si hay descuidos, magníficos wahabistas “dispuestos a todo”.
La cuestión es que el tema ya está inventado. Instituto Hispano Marroquí de Ceuta, años cincuenta, durante “la oprobiosa”. Todos los alumnos cursábamos la misma enseñanza, salvo a la hora de la clase de Religión. Entonces, las distintas minorías – hebreos, musulmanes o budistas – se iban a la biblioteca, vigilados por un profesor. Respeto a los demás, desde el respeto por nosotros mismos, nuestras formas y maneras y nuestra cultura occidental. Sin complejos.
De no ser así, voto – a nadie le obligamos a que venga - por ¡marchar kabila!
LA NOTICIA.
Los multimillonarios jeques de Arabia Saudita, que desde hace décadas financian la construcción de mezquitas en todo el mundo, intentan ahora adquirir en España algunos colegios para convertirlos en centros de enseñanza islámica. Según revela J. Pagola en ABC, la operación se efectúa a través de la Embajada Saudita, que tras fracasar en su intento de adquirir en Madrid el edificio que albergaba un colegio de las Madres Mercedarias, mantienen ahora negociaciones con los propietarios de una escuela, situada cerca de la mezquita de la M-30, donde ahora dan clase religiosas de la Merced.
En España hay más de 600.000 musulmanes y aunque abundan los lugares de culto islámicos - tanto oficiales como clandestinos - apenas hay escuelas en las que se enseñe a los niños aplicando las estrictas normas del Corán y la Sharía. La Comisión de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia calcula que existen – cuando menos - entre 200 y 400 lugares de oración en nuestro país, pero no todo son las tradicionales grandes mezquitas. Además de vistosos edificios como los de la M-30 en Madrid, Ceuta, Melilla o Marbella, existen multitud de espacios en los que los musulmanes se juntan para relacionarse, estudiar, rezar y quien sabe, si también a conspirar.
Esos lugares en los que se reúnen son clave en el desarrollo de la cultura islámica, al margen de los centros o mezquitas "oficiales". Desde allí también se da cobertura a los inmigrantes recién llegados y se satisfacen las necesidades de educación coránica y de lengua árabe que no están cubiertas por la enseñanza pública, según dicen los propios musulmanes (pese al Acuerdos de cooperación del Estado español, con la comisión islámica de España que existe desde 1992 y que garantizan el derecho a recibir las enseñanzas de religiones minoritarias).
EL COMENTARIO Y LA OPINION.
0.- El alumnado. Se supone que estaría constituido por ciudadanos españoles o aspirantes a serlo. De no ser así, sobran en España. Esto ha de ser tenido en cuenta en todo momento. Lo más deseable, clases optativas de religión musulmana en los colegios públicos, concentrando alumnos en determinados colegios y dejarse de dar facilidades, a los que no otorgan ninguna.
1.- El sistema educativo. La Religión. El profesorado. Sin duda, habría de ser el que existe en España, con opción libre – optativa – para estudiar su religión familiar, en las mismas condiciones que cualquier hijo de familia cristiana, respecto de la Fe católica. Nada importa que sepan del Tigris y el Eúfrates, paro, por supuesto, con prioridad para el Ebro. El profesorado – salvo el de religión mahometana - para nada debería diferenciarse del de otro colegio cualquiera, el derecho a la Inspección, indiscutible y el estudio de la lengua castellana, prioritario. Los profesores de religión deberían ser elegidos con la autorización de las autoridades españolas.
2.- El régimen escolar. Idéntico al de cualquier escuela española. Para nada admisible, que se convirtiesen en madrazas o lugares de adoctrinamiento o que se consideren fuera del ámbito educativo español, Si desean convertirlo en árabes ejemplares, que se los lleven allí.
3.- La reciprocidad. Sería muy normal exigirla, pero además de no poder ser, resulta imposible obtener semejante opción. Ya se sabe que Arabia es – toda ella – lugar sagrado y es imposible ser “sacrílego”. Y con estos tipos quieren, algunos, hacer la Alianza de Civilizaciones. ¡Menudos cenutrios!
4.- La única ventaja. Obligatoriedad. Si se obligaba a los musulmanes a asistir a estas escuelas, tendríamos la ventaja de que no molestarían, por su escaso nivel como alumnos, en otros colegios a aquellos cuya lengua materna fuese el castellano.
RESUMIENDO: las condiciones deberíamos fijarlas los españoles, porque tenemos el derecho a hacerlo. Pero no será así. Nos “aliaremos civilizadamente”, “tragaremos paquete” y a vivir. Y tendremos a una generación de indeseables, poco preparados, pero – eso si – muy buenos musulmanes y, si hay descuidos, magníficos wahabistas “dispuestos a todo”.
La cuestión es que el tema ya está inventado. Instituto Hispano Marroquí de Ceuta, años cincuenta, durante “la oprobiosa”. Todos los alumnos cursábamos la misma enseñanza, salvo a la hora de la clase de Religión. Entonces, las distintas minorías – hebreos, musulmanes o budistas – se iban a la biblioteca, vigilados por un profesor. Respeto a los demás, desde el respeto por nosotros mismos, nuestras formas y maneras y nuestra cultura occidental. Sin complejos.
De no ser así, voto – a nadie le obligamos a que venga - por ¡marchar kabila!
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