01 agosto 2006

CEUTA: VUELVE “NUESTRO” TALIBAN.-

UN MAL EJEMPLO, "PRECISAMENTE" ALLI.-
"Sólo quiero una vida normal. Buscar un trabajo en Ceuta y trabajar, como todo el mundo", dijo ayer Hamed Abderrahaman ante el medio centenar de periodistas convocados por su abogado, Marcos García Montes. "Estoy feliz y contento de volver con mi familia, a la que pensé que nunca volvería a ver". Fue su primera declaración pública después de que el Tribunal Supremo haya anulado los seis años de prisión por pertenencia a organización terrorista que le impuso la Audiencia Nacional. Hamido, con algunos kilos más, la barba bien recortada e impecablemente vestido con una camisa blanca y unos vaqueros, quiere volver cinco años atrás en el tiempo, cuando era un joven musulmán ceutí que se preparaba para opositar a la Policía Local. Y, parece, que como no aprobó, se fue con los talibanes. Da miedo pensar en unos cuantos de estos, como miembros de la Policía local.
Ahora aspira a ser camionero - ¿transporte de explosivos? - "porque es el único título que tengo", confesaba ante los micrófonos con unas gafas de graduación puestas "porque en Guantánamo perdí mucha vista". Su abogado le animaba a que volviera a narrar su escalofriante relato, aunque Hamed, el primero que logro salir del campamento Rayos X, tiene muchas lagunas de memoria y en algunas ocasiones, la emoción le dejó ayer con la mente en blanco. "Son algunas de las secuelas que todo esto le ha dejado", justificaba García Montes. "Perdió la noción del tiempo y del espacio", añadió. "Nunca supe realmente donde estaba hasta que llegue a Guantánamo. Sé que estuve en Peshawar y en Kandahar, aunque no sé ni cómo ni cuándo". "Nunca he sido terrorista, ni se me ha pasado por la cabeza, y si alguna vez dije que era un mártir me refería a todo lo que me estaba pasando, nunca pensé en inmolarme ni matar mujeres ni niños, por dios", dijo en alusión a una de las pruebas condenatorias utilizadas por la Audiencia Nacional y ahora invalidadas por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Estaba en Afganistán como un talibán mas, porque “pasaba por allí”. Lo que faltaba a la barriada de “El Príncipe”: un talibán para servir de “ejemplo” a los morillos. ¡Y todos a la Policía!
Sobre una noticia de “El Faro”.

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