18 abril 2007

RICOS.-

Leía estos días las estadísticas de los ricos muy ricos que hay en el mundo.
No era la lista de los más ricos donde aparecían sanguinarios dictadorzuelos caribeños y africanos, no, era otra estadística donde aparecían los muy, muy ricos, por países y por porcentajes. Los americanos- del Norte, claro- se llevan la palma, los ingleses, los alemanes etc., españoles pocos y lejos. Y es que a los Americanos, calvinistas ellos, lo del trabajo dignifica les cala hondo.
Se supone que estando aflorados, y señalados, estarán al corriente de sus impuestos y serán gente decente.
En España, desde antes de la Reconquista, ser rico, esta mal pero que muy mal visto.
A los ricos se les tiene envidia y odio, las dos cosas, como decía él rustico para dar mas fuerza a su afirmación, “ambas dos juntas y a la vez”.
Es ancestral, seguramente aquí siempre los ricos fueron explotadores sin escrúpulos y como no hubo Revolución propiamente dicha, pues el odio no se anego en sangre y persiste. Quizás no se merecieran lo que tenían y de ahí que hasta ahora haya llegado ese “legado”. Nefasto legado desde mi personal punto de vista.
Pues si, en una democracia como la que tenemos, afianzados los derechos individuales y colectivos, donde Hacienda es, somos, todos, y donde cuando un monte se quema ya se quema algo nuestro, no del Sr. Conde, odiar a los ricos es nefasto, envidiarlos, ya es algo que seguramente será imposible de erradicar, o al menos en las siguientes 50 generaciones empezando ahora mismo. Y en eso no hay nacionalismos, en la envidia somos todos españoles.
Y es que, los españoles siempre han querido “ser ricos”, no “hacerse ricos”, que es lo “jodido”, y perdón por mi salida de tono. Pero así, a un colectivo que no se admira, la gente decide no emularlo, por fuerza o de grado, desanimando a mucho joven con la excusa de que la competencia es mala, que el empresario es ladrón, evasor y que no tienen alma ni escrúpulos. Si, eso se ha enseñado en este país y ha calado, como disuasión, excusa para quedarse quieto y que los demás no hagan nada o como calumnia. Mientras, los que mandan mangonean mas, evidentemente.
Pero nada mas lejos de la realidad. Los malos, los corruptos y los evasores, que los hay, a la cárcel, pero los demás que son el 99% son dignos de admiración, y peana, cuando no de lastima y de cariñoso aliento.
Para ser empresario de éxito, y rico, aparte de los del papel “couche”, que son “pastita” casi todos, los “pasta gansa”, son gentes admirables.
Están todo el día moviéndose de aquí para allá, presidiendo consejos, tomando aviones y tomando decisiones, trabajando todo el día, 20 horas, colgados a los teléfonos fijos y móviles, dando instrucciones, asumiendo riesgos, ganando y perdiendo dinero y dejándose su vida en muchas operaciones, ya que además de que se este preparado, se tenga agallas, se arriesgue dinero, se inventen cosas revolucionarias o hagan cosas extraordinarias con talento negociación y diplomacia, además, repito, tienen que tener suerte. Estar en el sitio en el momento preciso, ni antes ni más tarde y medir las consecuencias de todo, y para con sus empleados. Porque crean riqueza, empleo, seguridad, levantan edificios, fabricas, hacen carreteras, hospitales, negocios con el extranjero, vende caramelos en China, zapatos en Tailandia, jamón en NY, naranjas y plátanos en media Europa y un enorme e interminable etcétera. Y, también se arruinan, claro, también, a veces, lo pierden absolutamente todo.
Después el que llega, se desarraiga, que amigos va a conserva cuando se hace rico, a quien invita al Yate, se cambia de casa a la urbanización y se cambia - a veces, de pareja-, una o varias veces. Los rumores de que de donde le vendrá, “porque él es un inútil” , se transforman en aseveraciones sin tino y en películas de gángsteres.

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