LA VERDAD SOBRE EL 11M.-
Cuando supimos que el de Atocha no era un atentado más el tiempo se detuvo. Radio, televisión y compañeros nos esbozaban con trazos gruesos y desordenados una masacre que nuestros sentidos no lograban abarcar. Los relojes reanudaron su marcha en silencio. Pero las manecillas nunca han vuelto a estar sincronizadas.Lo de después no es historia, sino recuerdo. Es imposible valorar el de cuantos perdieron vida, salud o tranquilidad. El de los demás se llenó de dolor, ira, indignación, miedo, confusión e incluso – así somos los humanos – aburrimiento. Pero yo conozco una clave que usted – por mero azar – desconoce, y que nos traerá la verdad sobre el 11M.
Cuando supimos que el de Atocha no era un atentado más el tiempo se detuvo. Radio, televisión y compañeros nos esbozaban con trazos gruesos y desordenados una masacre que nuestros sentidos no lograban abarcar. Los relojes reanudaron su marcha en silencio. Pero las manecillas nunca han vuelto a estar sincronizadas.Lo de después no es historia, sino recuerdo. Es imposible valorar el de cuantos perdieron vida, salud o tranquilidad. El de los demás se llenó de dolor, ira, indignación, miedo, confusión e incluso – así somos los humanos – aburrimiento. Pero yo conozco una clave que usted – por mero azar – desconoce, y que nos traerá la verdad sobre el 11M.
Esos días me extrañaron varias cosas. He meditado lo suficiente sobre suicidas para no saber que los de Leganés no lo eran. Pero ni eso ni los primeros artículos de Fernando Múgica me hicieron sospechar más que chapuceo e incompetencia. Todo cambió una noche. Fue en la emisora City FM, con la que colaboro desde su nacimiento. Nos presentaron a Luís antes del programa. Después, en el bar de abajo, mostraba su abrumador conocimiento en forma de preguntas. Las piezas no encajaban, y las conexiones con fuerzas de seguridad eran abrumadoras. Pero él nunca aventuraba hipótesis. Formulaba preguntas cada vez más inquietantes acerca de los crímenes.
El primer resultado relevante fue la investigación de la “mochila de Vallecas”. Ya es inútil recordar que ni era una mochila ni apareció en Vallecas. Se nos había presentado como una bomba sin explotar que permitió atrapar a los criminales. Luis demostró que la mochila no era solo una chapuza. Era un fraude. Un amigo me preguntó en cierta ocasión: “¿A dónde va a parar todo eso de la mochila?” Con paciencia, intenté explicarle sin herir su sensibilidad de izquierdas. “El problema es que si la mochila es falsa, alguien la preparó para implicar a otros.” Sonriendo, negó con la cabeza y se alejó. Nunca más ha vuelto a preguntar. No queremos saber nada que ponga en peligro nuestras certidumbres. Pero querido amigo, lo que nos han contaron sobre los crímenes del 11 de marzo es mentira. Y todos deberíamos querer la verdad.
Una mochila preparada para no explotar y que nunca estuvo en los trenes lleva a unas detenciones a tiempo para la jornada electoral. Una furgoneta vacía y registrada por perros, tras una hora oficialmente perdida, aparece con cien pruebas y explosivos. Un Skoda Fabia se materializa milagrosamente meses después cerca del mismo lugar con providenciales restos de ADN. Un Jefe de los TEDAX incompetente y bronco miente como usted respira y confirma en su estupidez que en los trenes no estalló lo que nos han dicho. Unos supuestos islamistas radicales trapichean con drogas, no van a la mezquita, se mezclan con infieles, celebran el día de San José y beben como cosacos antes y después de unos atentados que no parecen afectar a su vida cotidiana. Unos policías quieren llegar a Zougam antes de que nada ni nadie sugiera su nombre.
Una emisora de radio anuncia la “mochila de Vallecas” una hora antes de que aparezca, mientras insiste en los terroristas suicidas que – pronto sabremos por qué – nunca lo fueron. Un montón de asesinos ponen bombas en estaciones sin que exista una sola imagen de ellos. Tras una chapucera acción en las vías del AVE que nada se parece a la anterior, se juntan en Leganés contra toda lógica, se suicidan contra los mandatos del Corán y se volatilizan contra las leyes de la materia…
¿No es suficiente, amigo, para que hagamos el esfuerzo de buscar la verdad? ¿Para que no taches de ultras o conspiradores a los que nos atrevemos a buscarla? ¿Para que intentemos que nuestros relojes vuelvan a sincronizarse y podamos decidir juntos y en paz sobre los asuntos públicos? Alguien se encaramó sobre un montón de cadáveres para contarnos una mentira. Y para cambiar un país. No te equivoques: un país construido sobre este crimen no nos interesa. Ni a tus hijos ni a los míos. Debemos saber quien mató, quién ayudó, quién encubrió. Y lo sabremos……porque - ¡se me olvidaba! – yo sé algo sobre el 11 M que tú no sabes. Sé que Luís del Pino es inteligente y honrado, y peleará con tesón e inteligencia hasta saber la verdad. Sé que los Peones Negros emplean su tiempo y esfuerzo porque necesitan saber quién y por qué mató a sus conciudadanos. Sé que City FM, Debate21.com, y otros medios pelearán porque se sepa la verdad, por dura que sea. Sé que somos muchos los ciudadanos que no vamos a rendirnos. Y sé que tú, como yo, necesitas la verdad sobre el 11M.
Asís Tímermans.
Asís Tímermans.
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